Las demoras

El sonido adormecedor de la lluvia, golpeando el tejado y el tener que levantarme temprano no son muy compatibles, pero aún así lo hize...me demoré aunque no dormía, me enrredé en las sábanas que aveces resultan mejor que un grillete; mientras la alarma sonaba, yo formulaba en mi mente los siguientes pasos a seguir, de tal forma que pudiese minimizar el tiempo, en fin, si pasara inmediatamente la micro y parara, con semásforos verdes todo el camino y la tarjeta multivía cargada, lograría obtener minutos extras, pero una vez más el resultado de mi maquinación fue el contrario...

¿Los improvistos son propios de esta ciudad o son propios de mi vida en la ciudad?

PD: Nunca conseguiré llegar a tiempo.