Nuestras sombras

"Nuestras sombras son más grandes que nosotros mismos"

Tuesday, October 26, 2004

Repetición de vidas

El otro día caminando por Compañía, decidí que entraría un momento al “Paso”, ahí estaba José, sentado con la mirada perdida, no se bien cuanto tiempo habría estado ahí, pero por sus ropas noté que llevaba varios días, me acerqué a saludarlo y me miró con los ojos un tanto desorbitados, pero no era producto del alcohol que bebía, estaba solo y el resto de los amigos se reían en otra mesa.

Me extrañé de verlo así, solo mientras los otros reían, así que quise indagar más en el asunto y me senté junto a él. Me comentó que hace varias semanas no regresaba a su casa que le era difícil estar ahí, que incluso no quería volver, le pregunté extrañada porqué y él un tanto reacio a hablar, murmuró que era la razón de las risa de sus compañeros, y comenzó su relato…

Era temprano en la mañana y una voz suave, casi melancólica me despertó, era mi madre, ese día tenía que ir a la universidad a juntarme con un compañero, para luego ir a trabajar a su casa, me levanté, a decir verdad con mucho esfuerzo, y me dirigí a tomar la locomoción.

Cuando me encontré con mi compañero, tomamos el metro hasta la estación terminal y luego un metro bus que nos llevaría a su casa, llegando a ella nos abrió la puerta una mujer de tez blanca y ojos hundidos, el cabello sobre los hombros, tan negro como sus ojos. Se me vino a mente inmediatamente mi madre y aquellas fotos que se encuentran en la pared de mi casa, un poco después de haber nacido yo, esa mujer se parecía muchísimo a mi madre.

Ella es mi hermana -me dijo el Manuel, se llama Alma. Como mi madre –pensé y entramos.

Nos sentamos en la sala principal a hacer el trabajo, la cual tenía las paredes empapeladas de fotografías, ahí estaba Alma, en diferentes actividades, tal como las fotografías que habían en mi casa. Alma se apareció de la cocina y pregunta con su voz suave, casi melancólica si comeremos inmediatamente.

Era un trabajo largo, así que lo extendimos otro par de días, en los cuáles debía ir a la casa del Manuel y así me fui enterando de muchas más cosas de Alma, yo creí que se parecía mucho a mi madre, pero poco a poco fui descubriendo que se le parecía en todo, la voz, la forma de caminar, hablar, sonreír, las secuencias en las cuáles le iba sucediendo las cosas en su vida, y yo, por un error en el tiempo, había podido encontrar la existencia de mi madre cuando joven, bueno al menos una persona que repetía la vida de mi madre día a día sin saberlo, lo que me llevó a pensar que si era todo exactamente igual, Alma también debía tener un hijo, esperanzado con la idea de que ahí se cortaba esta vida repetitiva, seguí yendo a diario a la casa del Manuel, aunque el trabajo ya había sido terminado y entregado.

Ese día como siempre entré, ya era parte de la familia, conocía la casa al revés y al derecho, pero nunca antes había visto lo que vi ese día, un niño de unos 6 años estaba sentado en la sala principal, puso sus ojos fijamente en mí, corrió donde su madre, donde Alma, mis ojos, mi forma de correr, el corazón me latía agitadamente, ¡era yo!, si, ese niño, el hijo de Alma era yo, y me miraba casi percibiendo nuestra común unión, mi vida a esa edad, me faltaba el aire, esto ya no era gracioso, comencé sigilosamente a revisar cada una de las fotografías de Alma, y preocupantemente estaban todas, ¡sí! todas ellas, las mismas que estaban en la pared de mi casa y habían más, todas aquellas mías, mi secuencia de vida dibujada en aquellas fotografías, los ojos de mi yo repetitivo, me miraban fijamente, necesitaba salir, volver a mi casa, necesitaba comparar aquellas fotografías una vez más, necesitaba encontrarle un error, algo, lo más mínimo que comprobara que no era un calco de nuestras vidas, corrí, corrí, corrí.

José se perdía lentamente en las copas de vino, con sus ojos llorosos, yo me dirigí a mi casa, no queriendo mirar nada ni nadie que me hiciese creer en la similitud.

(Adaptación del cuento "Una flor amarilla", de Cortázar, para mi taller de cuenta cuentos)



5 Comments:

  • At 10:15 AM, Blogger Srta. Lee ® said…

    Simplemente me encantó tu adaptación...súper súper interesante ;)

     
  • At 9:04 AM, Blogger konus said…

    PRECIOSO!!!...

    Sos Grande, sabélo ;)

     
  • At 9:30 AM, Blogger Patsy said…

    Muy bien eh?... Me gustó.

    Ojalá pudieras escribir más seguido, regularmente paso de visita por tu blog...

    Un beso.

    :-9

    .

     
  • At 11:27 PM, Blogger SetLorD said…

    No he leido "Una flor amarilla", así que no sé que tan tuyo y ke tan adaptación es el cuento, la cosa es que me encantó, de hecho me envolvió.

    Salu2

     
  • At 4:25 PM, Blogger Marcos Vasni Navarro Vargas said…

    Bien, muy bien, estaba atrapante, envolviente y asfixiante... Creo que he encontrado en alguien a mi madre, ¿debiera preocuparme?
    JA,

     

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